Para el chismoso que me lee
Usted, señor chismoso (bien puede ser chismosa) que se ha tomado el tiempo de leerme (lo cual le agradezco) quiero dejarle este mensaje a modo de carta. Usted cree conocerme porque me trata o me trató en algún momento de su existencia. Cree conocerme porque ha leído algunos textos en los que dejé evidencia de mis pensamientos. Cree conocerme porque suelo ser amable y expansivo con las personas, y tal vez fui amable y expansivo con usted, aunque no lo mereciera. Pero no, no me conoce, de eso estoy seguro. Y no me interesa que suceda. Le escribo este texto para advertirle de su mal proceder, ya que usted mismo no se da cuenta de este. Hay que dejar quieto a quien está quieto. Si usted me lee para admirarme o al menos para criticarme y hacérmelo saber, puedo considerarlo un hombre o una mujer de valor. Si me lee para intentar hacerme daño a través de otros, pierde su tiempo. No se confunda conmigo. ¿No ha escuchado alguna vez que los ríos más calmos pueden convertirse en ...