La lectura
Leer es una de las formas más divertidas de no hacer nada. El cuerpo trabaja, pero solo para los fines del pensamiento. Uno lee una historia tres veces por el hecho mismo de que la historia es divertida, no para obtener los datos precisos que se registran en una enciclopedia. Aún así, la memoria trabaja por repetición, y los rasgos más interesantes- no siempre los más importantes- de las historias quedan registrados en nuestra mente. Rasgos que quizá volvamos utilitarios para los mismos fines de la creación literaria. Rasgos que quizás, como las cosas verdaderamente importantes de este mundo, nunca utilizaremos para nada práctico, excepto para el mismo ejercicio deleitable de la imaginación y el pensamiento.

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